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GLAUCOMA: PREVENCIÓN Y DETECCIÓN
Es muy importante someterse a una completa exploración ocular cada dos años a partir de los 40, y cada año a partir de los 50.
Para poder descartar o detectar un posible glaucoma es necesario realizar las siguientes pruebas:
1. Fondo de ojo y retinografía
Mediante un registro fotográfico del nervio óptico pueden evaluarse los posibles cambios en el tiempo causados por esta patología. Para que nos entendamos, se trata de tomar una fotografía que nos permite ver el ojo por dentro.
2. Campimetría
Esta prueba determina el campo de visión, esto es, la amplitud de visión que tenemos. Puesto que el glaucoma lo reduce, la evaluación del campo se convierte en una prueba de gran importancia para detectarlo y para controlar su evolución.
3. Tomografía de coherencia óptica (OCT)
La OCT es un estudio de imágenes no invasivo, parecido a la retinografía pero mucho más completo ya que nos permite realizar un corte transversal de la retina pudiendo evaluar todas sus capas. Esta prueba es la más eficiente para poder detectar y tratar el glaucoma, así como otras enfermedades de la retina.
4. Estudio de ángulo irido-corneal
El ángulo irido-corneal es una pequeña zona de drenaje por la que sale el 90% del humor acuoso. Si éste es más estrecho o queda parcial o totalmente obturado las opciones de tener glaucoma aumentan considerablemente. En ciertos casos, practicando una pequeña intervención láser, se reduce el riesgo.
5. Tonometría
Consiste en la medida de la presión intraocular. Se considera normal hasta 17mmhg. Los valores más altos no son necesariamente patológicos pero deben controlarse más.
Es muy recomendable efectuar revisiones completas, ya sea en la óptica como en el oftalmólogo para controlar de forma periódica todos estos valores. Al tratarse de una enfermedad silenciosa, sin dolor, es muy difícil detectar los síntomas y cuando lo firme habitualmente es demasiado tarde y ya no es recuperable. Hay que tener claro que una vez iniciada la enfermedad no hay retroceso, sólo puede paliarse y retrasar su evolución.